jueves, 24 de mayo de 2012

¿Todas las personas que componen una empresa, la venden?

En un mundo tan competitivo como el actual, resulta sumamente importante que las empresas se preocupen de la percepción que los diferentes públicos (individuos, clientes, instituciones…) tienen sobre sus organizaciones. Todos hemos escuchado alguna vez que el comercial es la pieza clave entre la empresa y los posibles clientes, convirtiéndose, así, en la principal carta de presentación de la compañía.

Ésta es una realidad que la gran mayoría de los departamentos de recursos humanos ha detectado, sin embargo ¿qué ocurre con el resto de posiciones del organigrama?, ¿no tienen acaso sus funciones un componente comercial o responsabilidad de colaborar con este fin?

El comportamiento de toda la organización es la mejor forma de generar buena imagen, la cual, debe estar entretejida con la totalidad de las políticas y personas de la misma. Pese a la unanimidad con que se defienden estas afirmaciones, lo cierto es que habitualmente se pierden cuentas o se tienen que solucionar incidencias y conflictos con clientes por una inadecuada gestión fuera del área comercial: fallos de logística/ transporte, errores de atención, deslices de cálculo etc.

Por otro lado, atendiendo a la Teoría de los Seis Grados,  si cualquier persona en puede estar conectada a cualquier otra en el planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios, una buena conclusión es cuidar las opiniones y acciones de todo el equipo humano en las organizaciones, desde el personal encargado de la limpieza, hasta los directivos con mayor capacidad de toma de decisiones. La imagen de la empresa puede verse afectada desde cualquier nivel y repercutir en posibles acuerdos comerciales. Se trata de cuidar desde la conversación más informal, en una cafetería, hasta la reunión más formal y estratégica con un cliente.

Nos preguntamos si acaso deberían las empresas tener en cuenta, en los procesos de selección, las competencias comerciales independientemente de la posición a ocupar por la persona que se pretende seleccionar.  ¿Se podría solucionar con formación o acaso se les podría hacer a todos los empleados más participes de la estrategia comercial de la empresa para que desde su puesto colaboren con el resultado final?

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